Al trabajar con un bróker financiero o corredor de bolsa, no es fácil hacer un seguimiento de todas las cosas que ocurren dentro de la oficina, por no hablar del mundo exterior y sus incontables cambios diarios. 

Hay demasiadas variables en juego:

Desde el tipo de servicio que se presta hasta la variación de los mercados financieros, los mercados de valores e incluso las fluctuaciones que sufre en general el sector financiero. También, hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de bróker que harán que cada operación de compra varíe según su sector particular.

Muchas veces esta situación se convierte en un reto y, por lo mismo, los corredores de bolsa cometen repetidos errores con sus clientes. 

A continuación, te enseñamos cuáles son algunos de esos errores para que los tengas en cuenta al momento de elegir a tu próximo corredor de bolsa. O, si eres un bróker que está empezando su carrera, continúa leyendo para que sepas todo lo que debes evitar con tus próximos clientes.

• Error 1: Estar demasiado en contacto

Siempre será importante mantener el contacto con sus clientes. Para establecer una buena relación, es fundamental comprender cómo se sienten con la transacción.

Sin embargo, existe una delgada línea entre mantenerse informado y estar demasiado en contacto. Es importante elegir los momentos adecuados y no parecer obsesivo o insistente. Si el silencio de tu cliente se esta volviendo alarmante, es momento de dar un paso atrás y entender que estás haciendo algo mal. Puede ser que estés presionando demasiado o que no estás manteniendo la distancia adecuada.

• Error 2: No demostrar un interés genuino 

Este error lo cometen a menudo los nuevos corredores de bolsa que están ansiosos por causar una buena impresión.

Esto puede ser contraproducente, ya que los clientes suelen tener una idea preconcebida de lo que buscan y pueden sentirse desanimados si el bróker se comporta demasiado ansioso. Incluso pueden sentir que el agente trata de forzarlos a tomar una decisión, sin importar el riesgo de transacción que se lleva a cabo.

Si realmente se quiere impresionar a los clientes, se deberá demostrar un interés genuino por sus necesidades, por la transacción en cuestión y por llegar al mejor acuerdo entre ambas partes. 

• Error 3: No explicar el proceso y los requisitos 

Siempre hay que ser conciso y claro con los clientes, sin importar la dificultad de la transacción en cuestión. Lo esencial es ser completamente claro y honesto ante cualquier transacción.

Tomemos el sector inmobiliario, por ejemplo. Cuando le muestras a tus clientes una propiedad, explícales el proceso y los requisitos. Explica el estado de la vivienda y el precio, si el cliente lo pide. Si tiene alguna pregunta, no tengas miedo de responderla. Si el cliente tiene algún requisito, no des por sentado que está de acuerdo con la propiedad. Más bien, averigua lo que quieren y haz lo posible por complacerlos. 

Si haces esto, tanto en el contexto de bienes raíces como en cualquier otro giro, tendrás a un cliente fiel y satisfecho que será má propenso a referirte con nuevos clientes.

• Error 4: No tomarse el tiempo para comprender las necesidades del cliente 

Este es un grave error que puede hacer que los clientes se frustren con todo el proceso porque, si no los escuchas, seguramente fallarás muchas veces. 

Volvamos con el ejemplo inmobiliario. Puedes suponer que el cliente está preparado para comprar una propiedad. Aún así, puede que, además de la compra, tu cliente tenga muchas más cosas en su mente. Puede que no quiera mudarse de su casa actual o que solo quiera reducir el tamaño de su vivienda actual.

Son esos pequeños detalles que no se pueden medir con ningún instrumento financiero. Se notan únicamente en la conversación con ellos, así que vale dedicarles tiempo a los clientes para poder averiguar lo que quieren y necesitan. 

• Error 5: Dejar que el pánico se interponga en la toma de decisiones racionales 

Este es uno de los errores más peligrosos que puede cometer un bróker, porque puede perder mucho en consecuencia.

Cuando se está abrumado por la cantidad de trabajo por hacer, se suele acabar mal. Normalmente, esto puede ocurrir sobre todo cuando te precipitas a un acuerdo o proyecto para el que no has tenido el suficiente tiempo para prepararte y apoyar a tus clientes de la mejor manera posible.

También, esto será visible con tus clientes porque los resultados no se lograrán con el tiempo estimado, las ofertas parecerán confusas y la compra o venta será mucho más difícil de lo previsto. 

Si te sientes abrumado, de un paso atrás y evalúa la situación. Seguro encontrarás la respuesta al mirar todo desde un plano general y aconsejándote con otros colegas. 

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